Algunos artistas usan y conocen los lápices acuarelables, pero son muchos más los que los han utilizado en su día a día. Hoy vamos a contarte todo sobre esta herramienta tan útil y con un resultado tan espectacular. Si bien es cierto que tienen una curva de aprendizaje, en cuanto comiences a utilizarlos no podrás parar.
Qué son los lápices acuarelables
Los lápices acuarelables unen lo mejor de los dos mundos. Por un lado, tenemos un lápiz de color como cualquier otro que podamos encontrar en nuestro estuche y, por otro, una potente herramienta que se transforma en cuanto lo tocamos con agua. Estos lápices nos ayudan a tener un resultado parecido a la acuarela, siendo más preciso.
Hay muchos artistas, como Alicia Aradilla, que combina los lápices con la acuarela de toda la vida. Esto hace que podamos ser más detallistas y añadirle algunos detalles que no se podía de otra forma.
Además, al ser lápices puedes tener resultados impresionantes tanto cuando están secos como cuando les añades agua. De hecho, cuando acabas tu composición puedes decidir si prefieres dejarlo como estar o añadirle toques de agua. Por ejemplo, con los de Stabilo puedes obtener grandes resultados y son de una excelente calidad.
Cómo se usan los lápices acuarelables
Aunque al principio puede parecer complicado, la técnica es muy sencilla y no necesita demasiado trabajo. Si estás acostumbrado a pintar con lápices de colores, el procedimiento es el mismo y tendrás muy buenos resultados. Unos lápices que recomendamos son los clásicos Caran D’Ache, los cuales van perfectos con los papeles de acuarela.
Lo primero que tendrás que hacer es elegir un buen papel de acuarela y fijarlo a una superficie lisa para que no se mueva ni se doble. Tras eso, dibuja como lo harías con cualquier otro lápiz hasta que tengas la ilustración que quieras.
Cuando ya tengas lo que quieres, humedece un poco el pincel. Si tienes uno rellenable, lo único que hay que hacer es que caigan un par de gotas a las cerdas del pincel y comenzar a mojar los trazos del lápiz. Puedes convertir todo en acuarela o solo algunos detalles, comenzando de dentro hacia afuera.
Diferentes técnicas
Una vez pintes con ellos y manejes la técnica básica, puedes comenzar con un par de técnicas que harán que tus dibujos cambien totalmente. La primera es perfecta si no tienes pastillas de acuarela y la segunda es para experimentar, dejando volar tu imaginación.
La primera forma es utilizarlos como si fueran las típicas pastillas de color. Lo único que tendrás que hacer es ponerte a pintar como lo harías con cualquier acuarela y frotar tu pincel húmedo contra la punta del lápiz. Así cogerás color y podrás pintar lo que quieres. Los lápices de Faber Castell, por ejemplo, tienen unos colores muy intensos.
Otra es usar el propio pigmento del lápiz, haciéndolo polvo. Para ello, lo que tendrás que hacer es lijar la punta, frotándola sobre el papel. Después solo tendrás que humedecer la hoja y trabajar como siempre, trabajando gracias al pincel con el polvito.
Ahora que sabes qué son y cómo usar los lápices acuarelables, es hora de trabajar con ellos. En nuestra tienda online contamos con todo el material necesario para ponerte manos a la obra y crear ilustraciones únicas. ¿Te atreves?
