En este artículo queremos explicarte cómo utilizar una plastificadora. Este es un elemento muy útil en muchos trabajos o contextos y puede servirte, también, en tu día a día. Te lo explicamos a continuación.
Antes de saber cómo utilizar una plastificadora: ¿Qué modelo debes elegir?
Habrá modelos más profesionales y otros más sencillos de emplear. Por eso, lo primero a lo que tienes que atender es al uso que piensas darle.
Domésticas
Son ligeramente más pequeñas. Esta es una de las que puedes encontrar en nuestro catálogo. Utilizan el calor para unir ambos extremos de los plásticos y, por lo general, responden muy bien ante necesidades puntuales. Eso sí, como cabe esperar, no soportan un trabajo constante. En casos así, lo ideal será contar con las siguientes plastificadoras.
De oficina
Son más grandes y, por ese motivo, también admiten documentos de mayor tamaño. Ahora bien, lo verdaderamente interesante de estas plastificadoras es que se atascan mucho menos, y te ofrecerán un uso más fluido y veloz. Son perfectas para espacios de trabajo. Si buscas una de este estilo, esta es nuestra recomendación.
De bobina
Son muy pocos comunes, ya que rara vez son necesarias. Tienen un tamaño mucho mayor porque se utilizan, principalmente, para plastificar mapas o documentos con formatos mayores.
¿Cómo utilizar una plastificadora? Primeros pasos
Lo más importante será elegir correctamente el modelo que necesitas. Esto es algo que va a determinar el uso que vayas a darle. Por ejemplo, si lo que buscas es un trabajo constante, la plastificadora de oficina será la elección más inteligente. Por otro lado, si el uso es puntual, puedes utilizar una doméstica.
El formato de aquello que vayas a utilizar también influirá: si es un A3 o un A4. De la misma manera, la urgencia que te correrá cada encargo es algo que tendrás que determinar. También puedes elegir entre diferentes modelos de fundas (también llamadas bolsas de plastificar) el que mejor se adapte a tus necesidades de trabajo, en función del tamaño (A3, A4 e inferiores) y las micras (80, 125, 250…).
En cuanto al uso, este no reviste apenas dificultades. Lo primero de todo será encenderla y esperar. Por lo general, este tipo de máquinas tienen una luz LED que avisa de cuándo se pueden utilizar. En cuanto esta se encienda, debes depositar el folio en una de las bobinas y esperar a que la propia máquina lo coja. Luego, será cosa de paciencia, ya que será la máquina quien lo plastifique.
En algunas ocasiones, puede suceder que ambos extremos del plástico no se cierren correctamente. Además, existe la opción de volver a sellar los extremos. Bastará con introducirla de nuevo y apuntar la función de “repetir sellado” (aunque el nombre como tal variará en función de la máquina), y estará listo.
Como ves, son elementos muy sencillos y muy cómodos de emplear. La principal dificultad no es tanto su uso como el acertar en el modelo más interesante que puedes adquirir. Y, para eso, en nuestra tienda online tienes todo lo que pudieras necesitar.
Ahora ya sabes cómo utilizar una plastificadora. Serán muy útiles en tu trabajo o para ayudarte a proteger documentos de todo tipo. ¡Entra en nuestra tienda y descubre todas nuestras opciones!